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Sara Andrés, la Mujer que perdió las Piernas y se convirtió en Atleta

El mundo del deporte está lleno de historias inspiradoras, en su mayoría, protagonizadas por personajes que nos han enseñado que no hay nada imposible, y que las únicas limitaciones que existen están en nuestras mentes. Una de esas personas que vale la pena destacar es Sara Andrés Barrio, la mujer que perdió las piernas y se convirtió en una atleta de alto rendimiento.

Sara nació el 21 de agosto de 1986 en Madrid, España. Desde niña mostró siempre su pasión por los deportes. Era karateka aficionada y tenista antes del accidente automovilístico que le cambió la vida. Andrés perdió ambas piernas en el año 2011, por lo que sus familiares pensaron que no iba a poder tener una carrera como deportista.

Sin embargo, en contra de todo pronóstico, ella nunca dejó de luchar por sus sueños y se convirtió en una atleta paralímpica. Actualmente compite en carreras de velocidad y salto de longitud. Participó en los Juegos Paralímpicos de Verano de 2016 y 2020. Es doble medallista de bronce mundial y medallista de plata europea en velocidad.

En el pasado Campeonato de Atletismo de España estableció una nueva plusmarca mundial en la distancia de 200 metros (27,77 segundos) en la categoría T62. El anterior récord (28,33 segundos) también era suyo. Además, ha pulverizado el de 100 metros (12,90 segundos) y el de salto de longitud dos veces: 4,11 y 4,36 metros.

Sara Andrés, que también trabaja como maestra de escuela primaria en Villanueva de la Cañada, le concedió una entrevista al diario ‘MARCA’ para hablar de su historia. El sensacionalista madrileño quiso conocer de primera mano la historia de esta mujer que se sobrepuso a los golpes de la vida y se convirtió en la inspiración de millones de personas.

La increíble Historia de Sara Andrés

Su pasión por el atletismo llegó tras el accidente de tráfico. Antes hacía hípica, jugaba al tenis y salía con la bici, pero nada de tartán. «Empecé por aprender a correr otra vez y así luego poder elegir otro deporte porque todos requieren agilidad y rapidez. Pero me gustó y decidí quedarme», explica.

Pasó un tiempo hasta que se puso por primera vez las prótesis de correr. «Desde el accidente hasta que acepté mi situación pasó un año. Estuve nueve meses en silla de ruedas. En ese tiempo de terapia, gracias a la ayuda de psicólogos, psiquiatras, médicos, familia y amigos descubrí que, aunque había perdido los pies, tenía una segunda oportunidad en la vida. Cambié el chip y empecé a disfrutar de lo que tengo en lugar de pensar en lo que he perdido», relata.

El atletismo pasó a un primer plano. Aún recuerda perfectamente el primer día que probó cómo era correr con las prótesis. «Tenía miedo de caerme y aguantaba muy poquito. Entrené sólo 10 minutos, pero estaba súper contenta de sentir el viento en la cara y de sentirme ágil de nuevo. Fue increíble esa sensación», cuenta.

Un año antes de los Juegos de Río 2016, le detectaron cáncer de tiroides, pasó por el quirófano y estuvo seis meses sin entrenar. Volvió a preguntarse por qué a ella, pero pudo recuperarse y representar a su país en el evento.

Como si fuera poco, en el ciclo hacia los Juegos de Tokio 2020, le diagnosticaron cáncer de piel. Otra vez se vio obligada a alejarse un tiempo de las pistas, pero de nuevo fue más fuerte que la enfermedad y terminó participando en el certamen.

Campeona de la Vida

Además, Sara ha participado en dos Europeos (bronce en 100 metros T64 en 2021) y en dos Mundiales. El mejor momento de su carrera deportiva fueron los Campeonatos del Mundo de Londres 2017, donde ganó bronce en 200 y 400 metros T44.

«Siempre digo que el accidente vino para bien. Gracias a él, soy la persona que soy y tengo la vida que tengo. Prefiero no tener pies y saber a donde voy que tenerlos y estar perdida.

Y me ha brindado muchas oportunidades: nunca imaginé que pudiera ser atleta paralímpica, nunca pensé que escribiría un libro, nunca imaginé que podría dedicarme a dar charlas motivacionales, desfilar en la Madrid Fashion Week. Y todo esto lo he tenido por y gracias a la pérdida de mis pies», reflexiona la deportista española.

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