Para saber cómo planificar un entrenamiento de fuerza es necesario un profundo análisis por parte del entrenador, quien debe tener en cuenta y equilibrar todos los factores que influyen en el cumplimiento de los objetivos trazados.

Al hacer la planificación se debe tener presente la dosificación de las cargas en la sesión anterior y posterior para que se cumpla con el principio de la continuidad del entrenamiento deportivo. Recordemos que en el entrenamiento de un día, influyen los entrenamientos acumulados anteriormente, y éstos a su vez, influyen en los resultados posteriores.

La planificación de la clase diaria nos va demostrando las pequeñas metas alcanzadas, los errores en nuestra apreciación y nos señala el camino por donde debemos continuar hacia el logro de elevados resultados.

Para ello, hay que partir del principio de la unidad de formación y educación, lo que posibilitará, junto con acciones deportivas, el desarrollo de características generales y específicas de la personalidad. Es de vital importancia contemplar al momento de planificar tareas que contribuyan a educar al deportista en el trabajo independiente de autocontrol y autoevaluación, tareas de observación, etc.

Improvisar un entrenamiento, por sencillo que sea, resuelve aparentemente una situación; pero objetivamente crea muchos más problemas al atleta y al entrenador que los beneficios que aporta.

La elaboración de la unidad de entrenamiento requiere del estudio minucioso de la situación en que se encuentran los atletas en cada etapa. En cada unidad debe plasmarse por escrito los objetivos y tareas, clasificación de las cargas y métodos a emplear.

La planificación de un entrenamiento con ejercicios de sobrecargas para el desarrollo de la fuerza, resulta fácil si normalmente se llevan los controles requeridos que se establecen en la proyección general.

Cómo planificar un Entrenamiento con Sobrecargas

Dichas clases tienen la particularidad de brindar datos mucho más exactos que otras actividades, porque posibilita cuantificar con facilidad el trabajo realizado, en lo concerniente al volumen y la intensidad.

Los valores de las cargas físicas (volumen e intensidad) deben planificarse muy cuidadosamente en cada lección, evitando que no todas las unidades de entrenamiento que integran un microciclo determinado, tengan el mismo rango y por consiguiente, no pueda aplicarse el principio de las variaciones ondulatorias de la carga.

Por tanto, se hace necesario dentro de cada microciclo (en una semana de entrenamiento) que el volumen y la intensidad adquieran una dinámica ondulatoria, sin afectar los valores planificados para el microciclo. Debemos tener en cuenta que los valores reales de las cargas físicas, deben ser iguales o aproximados a los planificados para el microciclo.

Debemos tener presente que los valores reales de las cargas físicas, deben ser iguales o aproximados a los planificados para el microciclo.

Finalmente, hay que planificar el entrenamiento de acuerdo al número de fases. Algunos expertos hablan de tres y otros de cuatro. Los primeros dividen la sesión en tres partes: preparatoria, principal y final; los segundos plantean que son cuatro las partes: introductoria, preparatoria, principal y final.