En las acciones puntales de la motivación no hay secretos: se produce un impulso en tu interior y actúas de acuerdo a él. Por ejemplo, cuando te inscribiste en el gimnasio. Pero en el transcurso de las acciones continuadas la motivación es más vulnerable, ya que puede variar de intensidad o incluso desaparecer. Por eso es tan importante que, antes incluso de empezar un plan de entrenamiento estés motivado, que entrenar pase a ser una pequeña obligación y acabe siendo una necesidad placentera.

A la hora de buscar anclaje para la motivación, lo mejor es que mires en tu interior aquello que te empuja a querer entrenar y querer cambiar. La respuesta puede ser estética, o por salud, o por amor propio. Las posibilidades son infinitas, pero debes ser sincero en tu respuesta. Esto es importante, porque si lo haces por una presión externa, movido por lo que piensan los demás, seguro que tarde o temprano acabarás fallando. Los factores externos son efímeros. Por ello, la fórmula a seguir debe ser la siguiente:

Motivación ➡ Interiorización ➡ Éxito

El problema de la motivación en mi trabajo es que al alumno o cliente le cuesta llegar a conseguir objetivos que se han propuesto. Pero mi experiencia como entrenador hace que yo mismo tenga una gran motivación, ya que he ido viendo cómo todos mis alumnos han logrado alcanzar sus metas. Y la parte más importante de mi trabajo es trasladar esta motivación al interior del alumno. Mi objetivo es motivarte para que busques y alcances siempre tu mejor versión.



Motivación para Entrenar


En ocasiones anteriores habíamos hablado de ese mal hábito que es el tabaco y de las ventajas indiscutibles de dejarlo. Pues bien, como te puedes imaginar también aquí entra en juego la motivación. De hecho, me gusta comparar el fenómeno de la interiorización con la que tiene lugar cuando uno se plantea dejar de fumar. Son muchos los que toman la decisión en un momento ánimo, pero al poco tiempo ya están fumando de nuevo. Han sido víctimas de una motivación puntual. Pero aquellos que dejan de verdad, con convencimiento interior, saben que no van a recaer, pues su decisión es firme y fuerte. Y por eso mismo, no recaen.