Siempre que se haga un análisis de la relación existente entre la edad, el sexo y la fuerza muscular, encontraremos que en la medida que el niño crece y se desarrolla, generalmente aumenta su fuerza muscular en correspondencia al desarrollo y maduración del sistema osteomioarticular y los sistemas reguladores.

La influencia del sexo y la edad ha sido estudiada por diferentes investigadores. En términos generales coinciden en que esta capacidad motriz se incrementa aproximadamente hasta los 20-30 años, siendo precisamente entre los 25 a 30 años donde se alcanza la fuera máxima, y a partir de los 30 años, comienza a declinar en ambos sexos en la medida que aumenta la edad.

Respecto a la diferencia entre la mujer y el hombre, es conocido que las muchachas después de los 16 años son alrededor de los dos tercios tan fuerte como los hombres; y que la fuerza muscular de los chicos es solo ligeramente mayor que la de las chicas antes de la pubertad.

Los registros de fuerza en el hombre aumentan rápidamente desde los 12-19 años de edad y en forma proporcional al peso corporal. Luego siguen aumentando, aunque más lentamente, hasta los 30 años, tras lo cual declinan en forma creciente hasta los 60 años.

Las cifras de fuerza en las mujeres aumentan regularmente desde los 9-19 años, con más lentitud hasta los 30 años y luego decrecen. El hombre adulto joven es alrededor de un 45% más fuerte que la mujer, aún cuando debe tenerse en cuenta la diferencia en la estatura de uno y otro sexo.

Influencia de la Edad y el Sexo en la Fuerza

Cuando la edad se incrementa en un año la fuerza muscular aumenta entre el 5 al 10% de la fuerza promedio del grupo de la misma talla; planteando además que este logro se atribuye a la maduración del Sistema Nervioso Central.

Algunos especialistas plantean que las mujeres poseen solamente el 70% de la fuerza de los hombres; aunque poseen un mayor ritmo, mayor flexibilidad y mayor coordinación que los hombres.

Otros expertos platean que la influencia cultural generalmente juega un papel importante en las diferencias sexuales de la fuerza. A las chicas jóvenes, en general, se les ha enseñado que la fuerza física es antifeminismo y por consiguiente, después de la pubertad huyen de las actividades que tengan efecto de entrenamiento de fuerza.

Además, platean que la fuerza de los músculos de las piernas, especialmente antes de la pubertad, es muy similar en los chicos y chicas, y agregan, que tal vez la explicación es que las chicas y los chicos tienden a tener una cantidad similar de entrenamiento en los músculos de las piernas porque corren y caminan más o menos igual cantidad.

Respecto a los músculos de los brazos y hombros, apunta que, los chicos generalmente tienen más entrenamiento por trepar, luchar, lanzar y otras actividades propias del sexo masculino.

Como se aprecia, la fuerza muscular depende en gran medida de la edad y del sexo, por tal motivo, es necesario en el trabajo con mujeres, además de tener presente sus particularidades, considerar la edad para el trabajo con ejercicios físicos, sobre todo, si deseamos utilizar los ejercicios con sobrecargas para la educación de la fuerza muscular.