Como se conoce, durante el proceso de entrenamiento en cualquier deporte o disciplina la preparación física se orienta al fortalecimiento de los diferentes órganos y sistemas, a la elevación de las capacidades funcionales y al desarrollo de las capacidades motrices (fuerza, rapidez, resistencia y flexibilidad).

Varios autores coinciden en subdividir la preparación física en general y especial. En el proceso de la PFG el trabajo se encamina al desarrollo físico multilateral del deportista, caracterizado por un gran desarrollo de las capacidades motrices y una buena capacidad funcional de todos los órganos y sistemas.

La preparación física general se realiza con diferentes ejercicios en aparatos, con implementos o sin ellos, así como por medio de otras modalidades deportivas. Entre los ejercicios con implementos se encuentran los de sobrecargas. La PFG se desarrolla con mayor prioridad en los mesociclos preparatorios.

La PFE está dirigida al fortalecimiento de los órganos y sistemas, a la elevación de las posibilidades funcionales y al desarrollo de las capacidades motrices en dependencia con las necesidades del deporte elegido.

Los medios fundamentales en el desarrollo de la PFE corresponden a los ejercicios especiales cuya estructura biomecánica presenta exigencias y particularidades similar al deporte practicado. Los ejercicios destinados a elevar la PFE del deportista se realizan con una intensidad competitiva o ligeramente por debajo o por encima de ella.

Las capacidades motrices desempeñan un papel decisivo en la preparación física, tanto general como especial. La PFE difiere en dependencia de la disciplina practicada. Cada una de las capacidades motrices que conforman la PFE adquiere rasgos distintos en correspondencia con las exigencias del deporte.

Características en el Entrenamiento de la Fuerza Especial

El papel de la fuerza especial en el entrenamiento difiere en dependencia del deporte o disciplina que se practique. Por ejemplo, los luchadores y pesistas deben poseer una gran fuerza, pero es diferente en cada uno de ellos.

En el pesista es de gran tensión en una pequeña unidad de tiempo, mientras que en los luchadores la fuerza debe mantenerse durante todo el tiempo que dure el combate.

De las necesidades de fuerza especial para cada deportista depende la selección de los contenidos, métodos, medios, regímenes de trabajo muscular, procedimientos organizativos y forma de evaluación.

Dentro de las actividades con sobrecargas existen diferentes ejercicios que por su estructura de movimiento pueden ser utilizados con eficacia para el desarrollo de la fuerza especial en los diferentes grupos de deportes.