Este método consiste en aplicar 2-3 veces dentro de la propia sesión de entrenamiento del atleta una carga física que resulte específica para éste. En la tabla 1 pueden verse estas cargas físicas específicas por deportes.

En éste test el entrenador tiene la tarea de registrar el resultado o rendimiento expresado por el tiempo de recorrido de una distancia, la distancia del salto o la cantidad de repeticiones de un determinado gesto deportivo. También deberá observar calidad de la técnica del movimiento.

El medico o fisiólogo se encarga de registrar durante la recuperación de dichas cargas indices como frecuencia cardíaca, frecuencia ventilatoria y presión arterial. Estos datos de rendimiento y de reacción funcional son comparados de una repetición a la siguiente y en dependencia del comportamiento que se presente se evalúa la capacidad de trabajo físico especial.

Cuando el rendimiento y la reacción funcional se mantienen estables a lo largo de la sesión siendo la carga del entrenamiento alta, la capacidad de trabajo especial se clasifica de alta. Se clasifica de satisfactoria si son estables pero no son altos. Se clasifica como mala cuando los índices son bajos y decaen de repetición en repetición o manifiestan inestabilidad.

Este método puede ser utilizado para la prevención de los estados de sobrefatiga y de sobreentrenamiento, los cuales se detectan cuando el atleta se esforzó notablemente en las cargas alcanzando resultados altos y estables pero a costa de una tensión exagerada de sus funciones. Esto de evidencia por el empeoramiento de la reacción de forma progresiva ya que el pulso se acelera cada vez mas y se recupera mas lentamente.

También sirve para determinar si un resultado pobre de un atleta, en cualquiera de los deportes, se debe a bajas reservas funcionales y energéticas o poco despliegue de los esfuerzos volitivos.

Tabla 1: Cargas físicas específicas según los deportes para aplicar la prueba funcional repetida dentro de la sesión.