El mundo del deporte está lleno de historias inspiradoras, protagonizadas por personajes que nos han enseñado que no hay nada imposible, y que las únicas limitaciones que existen están en nuestras mentes. Una de esas personas que vale la pena destacar es Ricardo Ten Argilés, el ciclista sin brazos y sin una pierna que ha ganado varios títulos mundiales.

Ricardo nació en Valencia, España, el 11 de agosto de 1975. Tenía 8 años cuando un accidente eléctrico le llevó al hospital con el 75% de su cuerpo quemado y tuvo que pasar por varias operaciones antes de la amputación de ambos brazos y la pierna izquierda.

Permaneció internado nueve meses, los tres primeros en la Unidad de Cuidados Intensivos, los tres siguientes en planta y los tres últimos en rehabilitación.

Pese a las dificultades físicas que le puso la vida nunca dejó de luchar por sus sueños, hasta que se convirtió en un deportista profesional. El español, que compite en natación adaptada y ciclismo adaptado en pista, ganó ocho medallas en los Juegos Paralímpicos de Verano entre los años 1996 y 2020.

En apenas siete temporadas en el ciclismo, ya tiene 14 maillots arcoíris. A sus 48 años, y tras dos décadas de éxitos en la piscina, triunfa en pista y carretera.

«El ciclismo siempre ha formado parte de mi vida. Desde muy pequeño me encantaba. Aprendí a montar en bici con 3 ó 4 años. Después del accidente tenía la incertidumbre de si podría volver a ir en bicicleta. Entre mi padre y mi hermano me adaptaron una y cuando lo conseguí fue como derribar un muro y saber que sí podía conseguir eso que tanto anhelaba, podría lograr todo lo que me propusiera», recordó el español en una entrevista con el diario ‘MARCA’.

La Historia de Ricardo Ten

Desde que se retiró de las piscinas tras los Juegos de Río 2016, se ha convertido en el gran referente nacional e internacional del ciclismo. Ha ganado 28 medallas desde que empezó a competir en 2017 sobre las dos ruedas. Es el ciclista español más laureado en la pista, tanto de Olímpicos como de Paralímpicos. «Yo siempre digo que la discapacidad no es una incapacidad, es una manera de hacer diferente las cosas», explica el valenciano.

Como nadador estuvo en 5 Juegos Paralimpicos y logró una colección de medallas (3 oros paralímpicos, 7 títulos mundiales y 12 oros europeos). En definitiva, 20 años repletos de triunfos. Sin embargo, el ciclismo es el deporte que le devolvió la motivación y la ambición.

«Esta nueva etapa en el ciclismo es un regalo para mí. Para nada lo siento como una presión, como sentía los últimos años en natación cuando los resultados no salían. Creo que no tengo que demostrar nada a nadie», reconoce Ricardo.

Al principio se decantó por la natación porque fue la primera referencia que tuvo sobre deporte paralímpico. Pero ahora está entregado cien por ciento al ciclismo. «Cada vez me considero un poquito más ciclista, aunque creo que mi corazón siempre va a estar con la natación», confiesa el español.



❌ Así maneja RICARDO TEN sin brazos su bici | Ciclismo a Fondo


Su meteórica trayectoria le llevó a sus sextos Juegos, pero esta vez sobre las dos ruedas. De Tokio regresó con un sabor agridulce. Llegaba de haberlo ganado ya todo en el ciclismo y entre los favoritos, pero sólo pudo subir al podio a recoger el bronce en la prueba de velocidad por equipos en la pista. Le supo a poco.

Ahora está centrado en seguir mejorando y en obtener los máximos puntos para dar el mayor número de plazas a España en los Juegos de París 2024.

El Entrenamiento del Campeón Paralímpico

Se entrena 6 días a la semana de 20 a 25 horas, sólo descansa uno. Además del tiempo sobre la bicicleta completa los entrenamientos con sesiones de fuerza en el gimnasio y cuida la nutrición y el descanso. «Al final es una dedicación casi exclusiva, sobre todo ese entrenamiento invisible», explica.

A los próximo Juegos Olímpicos llegará con 49 años. «Siempre digo lo mismo, que en el deporte paralímpico la edad no es un hándicap tan elevado como como en el convencional. El cambio de deporte me ilusionó y me motivó ver que progresaba. Aún tengo mucho margen de mejora y seguiré aprovechándolo», concluye.