La eterna discusión sobre cuál es el mejor momento del día para hacer ejercicio tiene un nuevo capítulo. Esta vez ha sido la revista ‘Obesity’ la encargada de reabrir el debate. Según un reciente estudio allí publicado, cuando se trata de bajar de peso, la actividad física en las mañanas es la más eficaz.

La investigación científica ha demostrado que el momento del día en el que se practica actividad física influye en la respuesta fisiológica del organismo. La idea fundamental es que realizar ejercicio por la mañana ayuda a la pérdida de peso porque implica empezar el día con una estimulación metabólica de diversos procesos del organismo, de modo que el cuerpo tiene todo el resto del día para seguir usándolos.

Además, quien hace ejercicio a primera hora evita correr el riesgo de que las múltiples obligaciones que se acumulan a lo largo del día le impidan hacerlo. Si lo primero que haces por la mañana es ejercicio de alta o moderada intensidad, tendrás más facilidad para mantener ese compromiso diario que favorece la pérdida de peso.

Los resultados del estudio permiten, incluso, aventurar la mejor franja horaria: entre las 7 y las 9 de la mañana es el momento óptimo para beneficiarse del poder del ejercicio físico para combatir el sobrepeso y la obesidad.

La recomendación de realizar ejercicio matutino cobra pleno sentido cuando se quiere bajar de peso, pero puede no ser lo más adecuado cuando el fin es otro. Por ejemplo, en las personas con diabetes se ha visto que hacer ejercicio por la tarde les ayuda a controlar mejor sus niveles de glucosa en sangre en las horas posteriores.

Mejor Hora del Día para Hacer Ejercicio

En el ámbito de la obesidad, diversos estudios han constatado que el ejercicio realizado en las primeras horas del día, tras el prolongado ayuno nocturno, es más efectivo para combatir la oxidación de la grasa corporal que el que se realiza por la tarde.

Sin embargo, recuerda que en la pérdida de peso de forma saludable influyen muchos otros factores como la alimentación, el tiempo de descanso nocturno, la edad o la existencia de patologías crónicas, entre otros.

Tongyu Ma, profesor de Fisiología del Ejercicio y líder de la investigación, sintetizó las recomendaciones que se pueden extraer de su trabajo. «Para reducir el riesgo de obesidad, yo recomendaría 40 minutos de ejercicio diario de intensidad moderada (o más elevada) a primera hora de la mañana y antes de desayunar».

El ejercicio es siempre beneficioso para el organismo, pero el experto aclara que debe ajustarse a unos requerimientos de intensidad para alcanzar el objetivo buscado. «Lo más importante es mantenerse activo durante el día y planificar la realización de ejercicio físico de intensidad moderada-elevada, que es la que va a estimular al organismo», explicó.

Caminar puede ser la base de un plan de ejercicio, siempre que se haga de forma intensa. Se aconseja realizar al menos entre 150 y 300 minutos de actividad física aeróbica moderada a la semana (caminar a paso ligero o montar en bicicleta) o al menos entre 75 y 150 minutos de actividad aeróbica intensa (correr, nadar o practicar deportes de equipo).

También puede ser válida una combinación de ejercicio de intensidades moderada y alta a lo largo de la semana. Además, para bajar de peso es conveniente hacer ejercicios de fuerza entre 2 y 3 días a la semana.