Ponerse en forma es un proceso que se sostiene sobre dos pilares: la práctica de ejercicio constante y una alimentación sana y equilibrada. Si descuidas uno de esos dos aspectos, será más complicado que consigas ese objetivo. Y lo cierto es que es muy fácil despistarse, especialmente en la comida. Como la idea es que tú no desfallezcas, a continuación te comparto tres comidas que debes evitar para estar en forma.

🥤 Fructosa Industrial

Como su propio nombre lo indica, la fructosa viene de la fruta. De hecho, es el azúcar que se encuentra en la fruta, y así poco hay que objetar a ella, pues no voy a ser yo quien te desaconseje consumir un producto natural tan rico, además en vitaminas, nutrientes y fibras.

Otra cosa es la fructosa industrial: si la que se encuentra en la naturaleza está integrada en las fibras, la que se fabrica artificialmente destaca por ser mucho más concentrada. Y eso es tanto como decir que se trata de una bomba relojería para tu salud. ¿Dónde la encontrarás? Pues en esos borbujeantes refrescos y en general en todo tipo de comidas azucaradas.

🍭 Las Golosinas

Convengo contigo que las golosinas son toda una tentación. Por su composición azucarada y su amplia variedad, son tan atractivas para nuestro cerebro como las comidas grasientas, y todo por su espectacular contenido energético. Además, están en cualquier lugar al que miremos, en la televisión, el supermercado y en los contenidos de las redes sociales.

Glucosa y fructosa son parte esencial de este tipo de productos, de ahí que debas vigilar su consumo. Piensa también que, al no saciar el apetito, es fácil comer más dulces de los que se debería. Si luego sumas a ello tu alimentación habitual, queda claro que el aporte calórico habrá sido excesivo. Las kilocalorías sobrantes correrán a refugiarse en el tejido adiposo y ¡a ver quién se las quita luego de ahí!

🍰 Los Pasteles

Los peligros que la repostería comporta para tu línea y tu objetivo de estar en forma no se agotan en la fructosa y glucosa. Pasteles, galletas o croissants incluyen en su composición también grasas, como las que proporciona la mantequilla o la crema. Por tanto, son una auténtica bomba de relojería.

Pero yo no te prohíbo los comas; sólo te advierto de sus consecuencias si te excedes en su consumo. Si eres consciente de lo que comes, comerás con la cabeza y entonces sabrás que una cosa es un día darse un capricho y otra atiborrarse un día sí y otro también. Otra cosa es que los pasteles los hagas tú mismo sabiendo qué pones y en qué medida. Entonces seguro que tu salud lo notará, y esta vez a favor.