Aunque históricamente nos lo han venido como una actividad femenina, el Ballet es una práctica dancística que trae múltiples beneficios para todas las personas. Además de hacer ver más bellas a las mujeres, también hace más fuertes a los hombres.

A la gran cantidad de estudios científicos que comprueban lo anteriormente dicho, se le suma el testimonio de Sebastián Vinet, reconocido bailarín chileno, quien asegura que detrás de su extraordinaria fuerza y condición física se encuentra el ballet.

Él, con toda la autoridad que le da ser el primer solista de la Compañía Nacional de Danza en México, ha querido compartir durante una reciente entrevista, concedida a la revista ‘Mens Health’, un listado de cinco razones por las que el ballet te hace una persona más fuerte.

1. Perfeccionista

«El ballet es un arte físico, es algo visual y siempre hay algo que mejorar Nuestra práctica consiste en varios ejercicios, cada uno de los cuales te lleva al siguiente. Los pasos son siempre los mismos pero la combinación va variando», explica Sebastián.

2. Entrenamiento

Con presentaciones en los cinco continentes, Vinet debe viajar constantemente y sus trayectos en ocasiones toman varios días. «Para mantener el ritmo, llego al hotel a hacer push-ups o abdominales. Debo mantenerme activo porque después de 30 horas volando tengo que llegar a bailar», relata.

3. Postura

«El ballet es un arte y un deporte de alineamiento óseo. Luego pasas a la musculatura. Para evitar lesiones, y conseguir una forma física más estética, debes poner atención a la técnica al hacer levantamientos. Cargar bien es mucho más importante que cargar mucho», explica el bailarín.

4. Core

«Para saltar, la potencia viene de las piernas pero si el psoas-ilíaco (un músculo flexor de la cadera que conecta la espalda baja con el muslo) no está enganchado, es mucho más difícil elevarse. También resulta esencial contar con un abdomen muy fuerte ya que éste es el centro de balance al realizar saltos y giros en el aire», asegura Sebastián.

5. Forma

Investigadores de la Universidad de Hertfordshire realizaron un estudio en 2008 en el que compararon a siete miembros del Royal Ballet con siete atletas del equipo de natación de Gran Bretaña. Tras más de una docena de pruebas generales de rendimiento físico, encontraron que, en relación a su tamaño corporal, los bailarines están más en forma que los nadadores.