En dependencia del tipo y carácter de los ejercicios, de los métodos y la cantidad de trabajo, la carga en el entrenamiento puede ser mayor o menor; afectar a todo el organismo de conjunto o sólo a determinados órganos, sistemas y grupos musculares.

La carga es directamente proporcional a la duración del trabajo (en condiciones simples semejantes). La modificación de la duración del trabajo de entrenamiento y, con ello, de la influencia de la carga constituye uno de los principales caminos para la regulación del proceso de entrenamiento.

Además, la influencia de los ejercicios puede diferenciarse conforme al carácter de la carga primordial sobre determinados órganos y sistemas. Consiguientemente, el organismo del deportista y su esfera psíquica, pueden sufrir cargas muy diversas durante los entrenamientos y competencias. Es natural que cada modalidad deportiva tenga su conjunto específico de cargas.

VOLUMEN E INTENSIDAD DE LAS CARGAS

Por volumen se entiende la característica cuantitativa del trabajo de entrenamiento. Se mide en tiempo, kilometros, toneladas, repeticiones, etcétera.

Un determinado volumen del trabajo de entrenamiento constituye la necesaria condición de la adquisición y elevación de una maestría técnica y táctica, de la preparación física y del fortalecimiento de los órganos y sistemas, etcétera.

La intensidad se caracteriza por la magnitud de los esfuerzos neuro-musculares. Mientras mayor sean los esfuerzos, más elevada será la intensidad. Se ha hecho una división de la intensidad en cuatro grados: poca, media, grande y máxima.

Dicho de otra forma, la intensidad en el deporte es la cantidad de trabajo de entrenamiento o de competencia realizado en una unidad de tiempo. Por lo tanto, mientras mayores sean los movimientos exigidos para estos esfuerzos, mayor será la intensidad de la carga de la carga.

INTENSIDAD DE LA CARGA EN EL ENTRENAMIENTO

El nivel de la intensidad del trabajo está condicionado, en primer lugar, por el tipo de deporte. Allí donde el éxito deportivo esté determinado por el máximo esfuerzos resulta natural que el nivel de intensidad sea muy elevado (80-100%); en los deportes donde prima el arte de los movimientos se requieren una elevada intensidad sólo en determinados momentos.

Los diferentes niveles de intensidad se combinan complicadamente en los juegos deportivos. Esta dinámica de la intensidad no es permanente y se ve determinada por la situación del juego. Todo se debe a que la intensidad está relacionada con las condiciones del medio exterior.

Otro componente de la carga en el entrenamiento es el nivel de preparación y el estado del deportista. Los ejercicios que, para un deportista destacado tienen poca intensidad, pueden exigir, de un novato, poner en tensión todas sus fuerzas.

La complejidad en la coordinación de los movimientos puede ser la causa de una elevación de la intensidad de los esfuerzos musculares. La tensión psíquica durante la realización de los ejercicios constituye también un componente de la intensidad, debido a que está condicionada no sólo por los esfuerzos musculares, sino por los gastos de energía nerviosa del deportista.

En conclusión, la intensidad de las clases de entrenamiento en su conjunto está determinada por el número de ejercicios, la magnitud de esfuerzos que se realizan en ellos y la duración de los intervalos de descanso entre ellos (pasivo o activo).

En este caso la intensidad es la cantidad de trabajo durante un tiempo establecido. Con frecuencia esto se conoce como densidad (compactibilidad) de las tareas (cantidad de carga).