La eterna polémica del desayuno tiene un nuevo capítulo. Esta vez es por cuenta de un reciente estudio de la Universidad de Scranton, Pensilvania, que reaviva la discusión sobre si es mejor desayunar antes de hacer ejercicio o después.

Sabemos que la humanidad está dividido en dos: los que desayunan antes de entrenar y los que desayunan después de entrenar. Los primeros aseguran que es anti saludable hacer ejercicio en ayunas; los segundos consideran que para bajar de peso es mejor ejercitarse con el estomago vacío. Cada uno defiende su teoría con argumentos validos y cree estar en lo correcto.

En lo que sí estamos todos de acuerdo es en que el desayuno no debe saltarse porque es la comida más importante del día. Otras dos afirmaciones en las que también podríamos estar todos alineados son las siguientes:

1. No desayunar y entrenar en ayunas acelera el metabolismo y aumenta en 8% la quema de grasa.

2. Esperar hasta digerir los huevos mañaneros te permite entrenar más fuerte y obtener mejores resultados.

Si tú aún tienes dudas, déjame decirte que la más reciente investigación de la Universidad de Scranton confirma que el ejercicio en ayunas es lo mejor. Pero no por las razones uno y dos que mencioné arriba.

Los científicos se propusieron descubrir la manera en la que elegir el momento para el desayuno afecta el apetito durante el resto del día y se elaboró un experimento dónde se les dio a dos grupos exactamente el mismo desayuno en distintos momentos; luego se les dio permiso de comer lo que se les antojara durante la comida o la cena.

¿QUÉ ALIMENTOS DEBO DESAYUNAR?

Los resultados del estudio dejaron con la boca abierta a más de uno. Los sujetos que desayunaron después de cargar una pesa rusa, consumieron en promedio 900 calorías menos durante el día. A diferencia de los que comieron antes de hacer ejercicio.

Así que piensa que cuando es vital mantener tu fuerza de voluntad para guardar la dieta, la idea de dejar de consumir 900 calorías con cero hambre suena muy bien. La recomendación de los expertos es equilibrar las comidas para mantener a raya a los antojos.

En conclusión, desayunar después de hacer ejercicio es mejor. Pero debes tener en cuenta la cantidad y la calidad de los alimentos que conforman tu desayuno. Esto es lo que, generalmente, recomiendan los nutricionistas:

30% DE PROTEÍNA

Los huevos son la fuente ideal de proteína para ayudar a la saciedad. Un estudio de la Universidad de Washington encontró que las personas cuya dieta contempla una ingesta de 30% de proteína consumen en promedio 441 calorías menos por día.

40% DE GRASAS

Las dietas moderadas en grasas están asociadas con un mayor éxito en la pérdida de peso, pero éstas deben ser insaturadas. ¿Quieres una alternativa al salmón? Come una cucharada de crema de cacahuate en su lugar.

30% DE CARBOHIDRATOS

Escoge los que tengan un índice glucémico bajo para desacelerar la digestión. La avena es una excelente opción, además, si la comes en un desayuno posterior a una carrera, la textura de la avena ayuda a calmar el apetito y para la pérdida peso.