La mayoría de los factores que influyen en nuestro imagen y cuerpo, y de ese modo sobre nuestro estado de forma, se explica sólo por nuestra forma de vida. Debes tener muy en cuenta tus comportamientos externos porque para ponerte en forma no basta con hacer ejercicio, sino que hay que modificar también algunas conductas diarias que no son muy saludables. A continuación te comparto algunos de estos factores que determinan la forma de tu cuerpo.

✔ El Sedentarismo

El sedentarismo se ha convertido en una plaga de las sociedades modernas. Somos capaces de pasarnos horas trabajando delante de un computador para luego, cuando llegamos a casa, encender la televisión y pasarnos más horas viendo programas que ni siquiera nos interesan. Si dejas que esta rutina te consuma el cuerpo se atrofia y queda expuesto a quebrantos de salud.

✔ La Alimentación

Otro de los factores externos que cada vez es más común en nuestra sociedad. El hombre moderno se mueve poco, pero todo lo tiene que hacer rápido. Y el comer no es una excepción, de ahí que cualquier cosa sin vigilar la cantidad ni la calidad de lo que estamos ingiriendo. El resultado es que la cuenta calórica de nuestro organismo excede nuestras necesidades.

✔ El Descanso

Hay quien dice que la vida es demasiado corta para gastarla durmiendo. Pues bien, si no duermes lo más seguro es que tampoco lo acabes disfrutando como te mereces. Piensa que dormir no es un placer ni un capricho, sino una necesidad vital. Aunque no te lo creas, dormir también ayuda a mantener la línea. Mientras dormimos segregamos una hormona, la Leptina, que reduce el apetito al imponerse a la Ghrelina, otra hormona que hace todo lo contrario.

✔ El Estrés

Vivir estresado no repercute sólo en el estado de ánimo, sino también en la silueta y la forma general. Y ello porque el estrés, dado que es una reacción del organismo a las agresiones exteriores tanto físicas como psicológicas, supone una hipersecreción de Cortisol, una hormona esteroidea, o glucocorticoide, producida por la glándula suprarrenal.

Por tanto, queda claro que ya se trate de factores genéticos (nacimiento), comportamentales (externos) o psicológicos (hormonas), todos ellos influyen en tu fisonomía, en la forma de tu cuerpo.