El nivel de flexibilidad obedece a los factores fundamentales siguientes: a las propiedades elásticas de los músculos y del tejido conjuntivo, a la eficacia de la regulación nerviosa de la tensión muscular, así como la estructura de las articulaciones.

La flexibilidad activa depende también del nivel de desarrollo de la fuerza y de la perfección de la coordinación.

En cuanto a los factores que determinan las propiedades elásticas del tejido muscular y las posibilidades de desarrollarlas, cabe señalar ante todo que los elementos de contracción de los músculos son capaces de aumentar su longitud en un 30-40 e incluso en un 50% respecto a la longitud en estado de reposo, creando así las condiciones idóneas para ejecutar los movimientos en gran amplitud.

La cantidad de sarcómeros, la longitud de las fibras y la longitud del sarcómero se adaptan según la longitud funcional de todo el músculo.

Entre los factores que determinan el nivel de flexibilidad es preciso destacar en primer lugar la capacidad de elasticidad del tejido muscular que depende de las propiedades elásticas del tejido estirado y conjuntivo que constituye más del 30% de la masa muscular.

Cabe destacar que de todos los factores que limitan la movilidad articular, el tejido muscular es el que mejor se somete a la acción del entrenamiento.

La capacidad de estiramiento de cada tipo de tejido conjuntivo depende de la correlación y de las particularidades de la interacción de las fibras conjuntivas de colágeno y elásticas (ligamentos, tendones, fascias, aponeurosis, cápsulas). Es natural que el predomino en la unión del tejido de unas u otras fibras determina en gran parte su capacidad de estiramiento y su sometimiento a la acción del entrenamiento especial.

El análisis de los factores que determinan el nivel de movilidad de las articulaciones sería incompleta si no se examinan las particularidades artrológicas de las articulaciones.

La amplitud de los movimientos depende sobre todo del grado de correspondencia entre la magnitud y la capacidad de desplazamiento de las superficies articulares: cuanto mayor es la diferencia de la superficie (incongruencia de las articulaciones), tanto mayor será la posibilidad de desplazamiento de los huesos entre sí y mayor será el ángulo de la desviación.