Se han identificado más de 50 neurotransmisores. Éstos pueden clasificarse bien como: a) neurotransmisores de moléculas pequeñas y de acción rápida; b) neurotransmisores neuropéptidos de acción lenta. Los transmisores de moléculas pequeñas y de acción rápida, que son responsables de la mayoría de transmisiones nerviosas, serán nuestro principal foco de atención.

La acetilcolina y la noradrenalina son los dos neurotransmisores más importantes implicados en la regulación de nuestras reacciones fisiológicas al ejercicio. La acetilcolina es el principal neurotransmisor para las neuronas motoras que inervan los músculos esqueléticos y muchas neuronas parasimpáticas.

Generalmente, es un neurotransmisor excitatorio, pero puede tener efectos inhibitorios en algunas terminaciones nerviosas parasimpáticas, como, por ejemplo, en el corazón.

La noradrenalina es el neurotransmisor para algunas neuronas simpáticas, y, también, puede ser excitatoria o inhibitoria, dependiendo de los receptores implicados.

Una vez el neurotransmisor se fija al receptor postsináptico, el impulso nervioso se habrá transmitido con éxito. Entonces, el neurotransmisor es destruido por enzimas o es transportada activamente de nuevo a los terminales presinápticos para ser reutilizado cuando llega el siguiente impulso.

NEUROTRANSMISORES EN LA UNIÓN NEUROMUSCULAR

Mientras que las neuronas se comunican con otras neuronas en las sinapsis, una neurona motora se comunica con una fibra muscular en un lugar conocido como la unión neuromuscular. Entonces, la función de la unión neuromuscular es la misma de una sinapsis.

De hecho, la parte proximal de una unión neuromuscular es la misma: comienza con los terminales del axón de la neurona motora, que libera los neurotransmisores en el espacio entre dos células. No obstante, en la unión neuromuscular, los terminales del axón se expanden formando discos planos llamados placas terminales motoras.

En la unión neuromuscular, el impulso es recibido por una fibra muscular. Donde los terminales del axón se aproximan a la fibra muscular, la fibra se encuentra invaginada. La cavidad así formada se denomina canal sináptico. Al igual que en la sinapsis, el espacio entre la neurona y la fibra muscular es el canal sináptico.

Los neurotransmisores liberados desde los terminales del axón motor se difunden a través del canal sináptico y se unen a los receptores en el sarcolema (membrana) de la fibra muscular. Esta unión generalmente produce despolarización por la abertura de canales iones sodio, permitiendo que entre más sodio en la fibra muscular.

Como siempre, si la despolarización alcanza el umbral, se dispara un potencial de acción. Se extiende a través del sarcolema y la fibra muscular se contrae. El sarcolema, como la neurona, una vez despolarizado debe volver a polarizarse.

POLARIZACIÓN Y DESPOLARIZACIÓN

Durante el período de repolarización las puertas del sodio están cerradas y las del potasio abiertas; entonces, como la neurona, la fibra muscular no es capaz de responder a ningún tipo de estimulación. Ese instante recibe el nombre de período refractario.

Cuando las condiciones eléctricas son restauradas la fibra muscular puede responder a otros estímulos. Es así que el período refractario determina un límite en la frecuencia de disparo de las unidades motoras. Así se transmite el impulso entre dos células.