«Eres lo que comes», reza una máxima de la vida sana. Y es así: los alimentos son una pieza clave en el proceso de puesta a punto del cuerpo. Eso es algo que todos sabemos desde pequeños, pero que aún así acostumbramos a olvidar con sorprendente alegría y facilidad.

Pues ya puedes ir mentalizándote que eso no puede ser. Y que si quieres ponerte en forma debes cuidar aquello que comes. La alianza entre una comida sana y un ejercicio constante es lo que hará que el objetivo que te has marcado se cumpla. Pero antes de seguir adelante, quiero también tranquilizarte. Comer sano no es sinónimo de sufrir comiendo, de estar condenado a alimentarse sólo con insípidas ensaladas. No es así, aunque sólo fuera porque un régimen de ese tipo te daría poca capacidad de resistencia en el gimnasio.

☹ Comemos mucho y mal

El ajetreo de nuestro ritmo de vida diario nos pasa factura a todos. Debemos aprender a prestar atención a todo lo que hacemos y también al tiempo que dedicamos a nuestra alimentación, especialmente a la selección de nuestros alimentos. Y eso a pesar de que vivimos en un país en el que la gastronomía tiene una gran fama, merecidísima, dicho sea de paso. La dieta mediterránea es una de las más completas. A pesar de ello, salvo contadícimas excepciones, los hombres y las mujeres modernos nos distinguimos por comer mucho, demasiado y, para más inri, mal. Y aún así, renunciar a esa mala alimentación es en muchas ocasiones la parte más complicada de nuestro propósito de llevar una vida sana.

Si de verdad estás motivado para ponerte en forma, debes tener bien presente que la comida es el mejor aliado del ejercicio. Y eso no se discute. Es tan sencillo como que escuches a tu cuerpo. De ese modo, verás como este te va diciendo poco a poco los cambios que tienes que ir introduciendo en tus hábitos alimenticios para seguir obteniendo los resultados deseados. Sin ejercicio, nos sobran kilocalorías a lo largo del día; con él, no. En ese orden de ideas, a partir de ahora tienes que prestar más atención al tipo y la cantidad de alimentos que ingresas a tu cuerpo diariamente.