Aunque no seas deportista, seguro en algún momento has sentido un intenso dolor en tus músculos después de entrenar en el gimnasio. Pues bien, esta reacción de nuestro cuerpo es conocida como «Las Agujetas» que son aquella demostración de que la sesión ha sido muy intensa. Se producen porque el músculo, en la fase de cicatrización de las miofibrillas musculares, duele cuando es sometido a un estiramiento o una tensión.

Muchas veces veo que algunas personas al observar que cada vez tienen menos agujetas a medida de que avanza el entrenamiento, piensan que están entrenando peor. Nada más lejos de la realidad. Siempre son muy fuertes al principio y van mermando en intensidad según avanzas en el camino de puesta en forma porque a medida que mejoras disminuye tu margen de mejora. O lo que es lo mismo, cada vez es menor la diferencia entre el nivel de preparación del músculo y el esfuerzo requerido.

Por tanto, si a la vez que avanzas en el plan de entrenamiento notas que tienes menos agujetas, es decir, que cada vez sientes menos dolor en los músculos después de entrenar en el gimnasio, eso significa que cada vez estás más en forma y tu cuerpo está respondiendo de la manera adecuada a los estímulos que le brindas. Por tanto, debes verlo como algo positivo, no con añoranza. Eso sí, siempre y cuando respetes los niveles de intensidad adecuados.

Todo eso no quita que las agujetas sean molestas y que darías cualquier cosa por no sentirlas, especialmente los días siguientes al día de pierna. Aunque no sea cierto un mito, que muy seguramente has escuchado, que dice que las agujetas son cristales de ácido láctico que pinchan al músculo, es cierto que son muy incomodas. Pues bien, es lo que hay, el peaje que debes pagar para mejorar.

Ya para terminar, no está de más aclarar que, eso de tomar agua con azúcar después de entrenar para evitarlas no es más que una receta de la abuela sin el menor rigor científico. El único tratamiento que ayuda a eliminar el dolor muscular es la movilización de la zona: un trabajo suave con los músculos doloridos ayuda a aumentar el flujo de sangre y, por tanto, acelera la recuperación.