En el proceso de aprendizaje de la técnica deportiva se aplican la métodos de la utilización de la palabra, los que garantizan lo evidente y la ayuda directa (física).

La tarea fundamental de esta metodología consiste en crear en los participantes una representación motora correcta, clara y precisa, y ayudar a dominar el movimiento. Para transformar en movimiento la representación motora, el estudiante se vale de un solo medio: realizaciones prácticas.

Ninguno de los métodos indicados, a pesar de sus aspectos positivos, puede por sí solo garantizar totalmente una enseñanza rápida y efectiva de la técnica deportiva. Es por ello que en la práctica se aplican todos los métodos a fin de que unos complementen a los otros.

Sin embargo, en dependencia de las particularidades individuales de los estudiantes, de lo específico del deporte, de las condiciones exteriores, etcétera, la primacía puede tenerla exclusivamente un método. Con frecuencia los métodos se utilizan simultáneamente. Por ejemplo, el maestro explica a la vez que demuestra el movimiento, corrige las acciones del alumno, le hace sugerencias, etcétera.

En los comienzos de la enseñanza sucede con frecuencia que nos preguntemos por dónde empezar; si por las demostraciones o por las explicaciones. A fin de lograr una relación más activa y consciente hacia la enseñanza, se recomienda primero hacer conocer al alumno el deporte de que se trate, hablarle de las marcas y normas y de la influencia de los ejercicios sobre el organismo del deportista.

Cuando se quieren enseñar los primeros ejercicios (como con los últimos) se les pueden mostrar, en caso que no sean difíciles. Durante la enseñanza de un ejercicio complejo lo mejor es comenzar explicándolo y después mostrarlo. Una vez que conoce el ejercicio enseñado, el alumno debe repetirlo nuevamente varias veces y después tratar de reproducirlo prácticamente.

METODOLOGÍA DE LA UTILIZACIÓN DE LA PALABRA

El papel de la palabra en la metodología de la enseñanza de la técnica deportiva es muy grande. La palabra ayuda a tomar conciencia del movimiento, a crear su propia representación. La palabra vincula entre sí todos los medios, métodos y procedimientos metodológicos de la enseñanza, funde orgánicamente a todos ellos y los hace así, más efectivos.

Es muy importante aclarar al alumno la esencia de la técnica estudiada. En el proceso de la enseñanza, la palabra puede utilizarse en forma de explicaciones, indicaciones durante las acciones, etcétera. Lo fundamental es siempre la explicación durante la lección. Deben ser precisas pero no monótonas.

También es necesario evitar las explicaciones de muchas palabras y hablar sólo aquello que hace falta en un momento dado de la enseñanza. En lo sucesivo, a medida que se va dominando la técnica, la explicación puede ser más profunda, de forma de abarcar una cantidad mayor de detalles.

Además de las explicaciones habituales se aplican también con éxito las explicaciones con imágenes. Este tipo de explicación ayuda a utilizar con más éxito los hábitos motores previamente adquiridos. Para crear una apropiada representación de la forma de un determinado elemento de la técnica, o sobre el carácter de la realización de un ejercicio, es aconsejable utilizar utilizar nombres y palabras muy expresivas.

Naturalmente, en algunos casos no es obligatorio utilizar palabras. Sin embargo, otras veces es necesario utilizarlas para mostrar la apropiada correlación entre los diferentes elementos del ejercicio.

En todos los casos debe decirse al deportista aquello que conoce, pero que, por determinada razón, tiene débilmente fijado en la memoria. El procedimiento educativo «sugerir» no debe convertirse en una tutela. Esto es mucho más válido durante las competencias.

CONCLUSIÓN

Como conclusión debemos señalar otra importante utilización de la palabra: durante el análisis de la técnica deportiva y al discutir los resultados de la enseñanza.

El análisis y la discusión de esta metodología, en forma de consultas, entre el entrenador y los deportistas, permite valorar los resultados de la enseñanza, comparar las representaciones motoras del alumno con la realización práctica de los ejercicios, comprobar la comprensión de la técnica por el alumno y señalar las tareas para las próximas sesiones.

El análisis y la discusión debe realizarse en todas las clases del proceso de enseñanza, así como al terminar los trabajos para la tarea de aprendizaje.