Cuando aprendemos una nueva habilidad motora, nuestros períodos iniciales de práctica requieren una intensa concentración. A medida que nos familiarizamos con la habilidad, descubrimos que no necesitamos concentrarnos tanto. Por último, una vez hemos perfeccionado la habilidad, podemos llevarla a cabo con poco o sin ningún esfuerzo consciente. Esto se debe a los engramas.

Parece que en el cerebro se almacenan modelos motores aprendidos específicos, para ejecutarlos a voluntad. Estos modelos motores memorizados reciben la denominación de programas motores. Los engramas cerebrales aparentemente se almacenan tanto en las porciones sensores como motoras del cerebro.

Los que se hallan en la porción sensora del cerebro son los modelos motores más lentos, y los que se hallan en la porción motora son para los movimientos rápidos. Poco se sabe sobre los engramas y los mecanismos de su acción, por lo que constituyen áreas importantes para investigaciones futuras.

REACCIÓN MOTORA

Ahora que hemos visto cómo se integra la entrada sensora para determinar la respuesta motora apropiada, el último paso a considerar en el proceso es cómo reaccionan los músculos a los impulsos motores una vez éstos llegan a las fibras musculares.

UNIDAD MOTORA DE LOS ENGRAMAS

Una vez el impulso eléctrico llega a una neurona motora, viaja a lo largo de toda la neurona hasta la unión neuromuscular. Desde allí, el impulso se extiende a todas las fibras musculares inervadas por esta neurona motora concreta.

Recordemos que la neurona motora y todas las fibras musculares que inerva forman una sola unidad motora. Cada fibra muscular está inervada solamente por una neurona motora, pero cada una de éstas inerva hasta varios miles de fibras musculares, dependiendo de la función del músculo.

Los músculos que controlan los movimientos finos, tales como los que controlan los ojos, tienen pocas fibras musculares por neurona motora. Los músculos con más funciones generales tienen muchas fibras por cada neurona motora.

Estos músculos que controlan los movimientos de los ojos (los músculos extraoculares) tienen una proporción de inervación de 1:15, lo cual quiere decir que una neurona motora sirve solamente a 15 fibras musculares. Por otro lado, los músculos gemelos y tibial anterior tienen proporciones de inervación de casi 1:2.000.

En una unidad motora específica, las fibras musculares son homogéneas respecto al tipo de fibra. Por lo tanto, no es posible encontrar una unidad motora que tenga al mismo tiempo fibras FT y SD. De hecho, existe la creencia general de que las características de las neuronas motoras en realidad determinan el tipo de fibra en esta unidad motora.

MOVILIZACIÓN ORDENADA DE LAS FIBRAS MUSCULARES

La mayoría de los investigadores están de acuerdo en que las motoras generalmente se activan basándose en un orden de movilización fijo. Esto se conoce como el principio de movilización ordenada, en que las unidades motoras dentro de un músculo determinado parecen estar clasificadas.

Usemos el músculo bíceps braquial como ejemplo. Suponiendo un total de 200 unidades motoras, se clasificarán en una escala del 1 al 200. Para una acción muscular extremadamente fina que requiera muy poca producción de fuerza, será movilizada la unidad motora clasificada con el número 1. Cuando los requerimiento de producción de fuerza aumentan, serán movilizados los números 2, 3, 4, etc., hasta una acción muscular máxima que activará del 50% al 70% de las unidades motoras.

Para una producción determinada de fuerza, se movilizan las mismas unidades motoras cada vez. Un mecanismo que puede explicar parcialmente el principio de movilización ordenada es el principio del tamaño, que dice que la movilización de una unidad motora es directamente proporcional al tamaño de la neurona motora.

Las unidades motoras con neuronas motoras más pequeñas serán las movilizadas en primer lugar. Puesto que las unidades motoras de contracción lenta tienen neuronas motoras más pequeñas, son las primeras unidades en ser reclutadas en los movimientos progresivos (que van desde los índices de producción de fuerza muy bajos hasta los muy elevados).

Las unidades motoras de contracción rápida son movilizadas, pues, cuando aumenta la fuerza necesaria para ejecutar el movimiento. Quedan algunas cuestiones por resolver sobre cómo se relaciona el principio del tamaño con la mayoría de movimientos deportivos, puesto que sólo se ha examinado en los movimientos progresivos que representan intensidades relativas de acción muscular de menos del 25%.

La actividad neuromuscular se gradúa sobre la base de un orden fijo de movilización de la reserva disponible de unidades motoras. Cuanta más fuerza se necesita para ejecutar un cierto movimiento, más unidades motoras se movilizan.