En el mundo del entrenamiento cuando hablamos de trucos hacemos referencia a esos tips o consejos que te ayudarán a llegar a tu objetivo. No tiene nada que ver con la magia o algo por estilo, pues bien sabemos que aquí los milagros no existen.

Me imagino que sueñas con tener un abdomen plano y marcado. No eres el único. La sociedad nos ha vendido la idea que no hay cosa más sexys que tener los abdominales rayados. Pero, conseguir que se vean como queremos no es tan fácil como muchos creen, ni tan difícil como otros piensan.

La principal clave pasa por cambiar nuestro estilo de vida e implementar ciertos hábitos que nos permitirán quemar la grasa acumulada en esta zona del cuerpo. Además, es muy importante elegir bien los ejercicios que debes realizar para tener el abdomen el que deseas.

El entrenamiento es parte fundamental a la hora de obtener los resultados deseados, pero teniendo siempre en cuenta que estos músculos se marcan en la cocina y en la mesa, y no en el gimnasio. Teniendo esto claro, a continuación te comparto los mejores trucos para tener un abdomen plano y marcado.

1. TRUCOS DE AGUA AL DESPERTAR

Imagina que no tomas nada en todo el día (nada de café, agua o refresco). Al final de tu jornada laboral estarás muy seco. Justo eso te pasa por las noches. De ahora en adelante, toma por lo menos 500 ml de agua cuando te despiertes por la mañana.

Científicos alemanes descubrieron recientemente que hacer esto acelerará tu metabolismo hasta en un 24%. Además, un nuevo estudio demostró que las células crecen más rápido cuando están bien hidratadas. Finalmente, bebe dos litros de agua durante el resto del día.

2. DESAYUNA TODOS LOS DÍAS

Un estudio efectuado en la Universidad de Massachusetts, en Estados Unidos, demostró que los hombres que se saltan su comida matutina son cuatro veces más propensos a tener grasa abdominal.

Una hora después de despertar, ingiere una porción de proteínas con por lo menos 250 calorías. Investigadores británicos encontraron que el tamaño del desayuno es inversamente proporcional al tamaño de cintura. En otras palabras, entre más grande el desayuno, más esbelta será tu parte media.

Por supuesto, mantén el tamaño a un nivel razonable: un huevo revuelto con salchicha equivale a dos desayunos. Fija el límite a 500 calorías.

3. REVISA TUS METAS MIENTRAS COMES

Científicos de la Universidad de Iowa, en Estados Unidos, descubrieron que personas que monitorean su dieta y revisan sus metas de forma frecuente, tienen más posibilidades de cumplirlas, en comparación con los que se fijaban objetivos, pero nunca los tenían conscientes. Evaluar tus resultados y seguir de cerca tu evolución es uno de los trucos más fáciles de realizar.

4. ENTRENA DE LA FORMA CORRECTA

Todos tenemos un abdomen, esto significa que no tienes que hacer mil abdominales para esculpirlo. Lo que tienes que hacer es pasar tiempo en el gimnasio quemando grasa. La estrategia más efectiva es realizar una sesión de pesas con intervalos de entrenamiento de alta intensidad.

A diferencia del ejercicio aeróbico, se ha demostrado que el levantar pesas incrementa el metabolismo durante 39 horas después de la última repetición.

Se han encontrado resultados similares en ejercicios de sprints con intervalos de descanso. Para mejores resultados, realiza un entrenamiento de todo el cuerpo tres veces por semana, con descanso de un día completo entre entrenamiento.



7 Cosas que debes hacer para tener un Abdomen Plano


SÁLTATE LOS PROGRAMAS NOCTURNOS

Necesitas dormir para que tu abdomen luzca. Una interrupción del descanso de tus ojos puede evitar que se produzca la hormona necesaria para quemar grasa.

Por ejemplo, científicos de la Universidad de Chicago descubrieron recientemente que tres noches de poco sueño pueden hacer que las células musculares se vuelvan resistentes a la insulina. Con el tiempo esto acumula grasa en tu vientre.

Para dormir mejor, revisa tus metas 15 minutos antes de acostarte, Luego, haz una lista de actividades a realizar al día siguiente, así como tareas personales que desees hacer. Esto puede prevenir que permanezcas despierto preocupándote por el mañana, lo cual evita que duermas las horas recomendadas (entre 6 y 8).