Una particularidad que es preciso analizar adecuadamente en la mujer es el ciclo del periodo menstrual, que se inicia aproximadamente entre los 10-12 años y se mantiene generalmente hasta los 45-48 años. La duración de cada ciclo es entre 21-42 días.

Investigaciones realizadas en diferentes grupos de mujeres han dado como resultado que aproximadamente el 54% de las mujeres presentan ciclos menstruales de 28 días y que el menor por ciento presentan ciclos de 42 días. Existen diversos criterios para nombrar las fases del ciclo menstrual, en algunos casos son denominados como fases del ciclo ovárico, en otras fases o períodos del endometrio y en otros, períodos menstruales.

Cuando hacemos referencia a las fases del ciclo ovárico debemos tener en cuenta la fase folicular; donde ocurre la maduración del folículo ovárico por el predominio de la hormona hipofisiaria estimulante de los folículos (FHS) que estimula el ovario en la producción de estrógeno; y luego de la ovulación ocurre la formación del cuerpo amarillo denominada fase lútea, donde existe un predominio de la hormona hipofisiaria luteinizante (LH) y la hormona ovárica progesterona, que al no ser fecundado el óvulo se desencadena la menstruación.

Cuando nos referimos al endometrio consideramos fundamentalmente los cambios que ocurren en esta capa del útero debido a la influencia de las hormonas que regulan el ciclo; es decir, las etapas o las fases proliferativa, ovulatoria y degenerativa.

Es por ello que en el momento de planificar las sobrecargas en el organismo femenino, es necesario tener en cuenta en qué fase del ciclo se encuentra y sobre todas las cosas, el momento en que serán aplicadas cargas superiores a las que ya están adaptadas las muchachas.

Las Fases del Ciclo del Periodo Menstrual

Dicho planteamiento está fundamentado por los cambios funcionales que caracterizan cada fase, debido a los cambios hormonales (fundamentalmente en los estrógenos) que ocurren en sangre durante el transcurso de cada ciclo menstrual.

Dentro de los cambios más significativos podemos mencionar los que se desencadenan durante la menstruación; ellos son entre otros: aumento de la excitabilidad del sistema nervioso central, aumenta la frecuencia cardíaca, aumento de la presión arterial, cambios en la composición de la sangre, disminuyen las posibilidades de fuerza, así como la resistencia y la velocidad de reacción, etc.

Estos cambios, también pueden manifestarse en mayor o menor medida en las fases ovulatoria y premenstrual. Algunas investigaciones realizadas, en atletas de los equipos primera categoría de nado sincronizado y gimnasia rítmica deportiva, y un grupo (10 muchachas) que practicaban Levantamiento de Pesas como deporte, demostraron que la aplicación del ejercicio con las palanquetas mejoran las capacidades funcionales, siempre que se considere las etapas del periodo menstrual.

Para su trabajo consideraron no incrementar los por cientos de las sobrecargas durante la etapa de adaptación (primero y segundo mes de iniciado el entrenamiento); en los días que coincidan con las fases premenstrual (1 día), menstrual (3 primeros días) y ovulatoria (1 día); para evitar el surgimiento de la fatiga (característico en estas etapas) y la aparición del sobreentrenamiento.

Generalmente cuando la mujer es sometida a actividades físicas con una adecuada dosificación, las diferencias morfofuncionales con respecto al hombre pueden ser reducidas e incluso, pueden presentar índices de desarrollo físico y funcional superiores a hombres no entrenados o con cierto nivel de entrenamiento. Por ejemplo, la frecuencia cardíaca en reposo de una mujer entrenada no es mayor que la de los hombres.