Siguiendo por la línea de los sistemas que intervienen durante el entrenamiento hemos llegado al del oxígeno y el de la energía. Arranquemos por el primero, que es el encargado de llevar este elemento a los distintos órganos del cuerpo para que puedan desarrollar sus respectivas funciones.

Este sistema debe funcionar a la perfección, pues el oxígeno es parte fundamental de casi todas las reacciones químicas que se producen en nuestro organismo. Obviamente, el tejido muscular no es una excepción. Los sistemas encargados de esta función son el respiratorio, por el que el aire entre a los pulmones, y el circulatorio, por el que la sangre recoge el oxígeno de los pulmones y lo lleva a los músculos.

Un buen sistema cardiorrespiratorio (porque ambos sistemas en realidad son uno solo) es esencial para el buen funcionamiento de los músculos. A su vez, éstos también son necesario para el adecuado desarrollo de dicho sistema. Así que, lejos de separarlos y tratarlos como sistemas independientes debemos hablar de su simbiosis y puntos de conexión. De este modo eliminaremos lecturas tan simplistas como la de que hacer pesas y hacer cardio son sistemas antagónicos, que el primero sólo es bueno para ganar masa muscular y el segundo para perder peso.

Sistema de Aporte de Energía

Está compuesto por el sistema digestivo, encargado de digerir los nutrientes, y el sistema circulatorio, que tiene como misión recoger esos nutrientes y distribuirlos por los distintos órganos a fin de aportarles la energía que precisan para realizar sus funciones. En concreto en el músculo, es el Adenosintrifosfato (ATP), que es, por decirlo de algún modo, la moneda energética con la que trabaja este tejido.

El ATP se desprende de diferentes reacciones químicas dentro de las células musculares, y ello tanto si se obtiene a partir de las grasas como del glucógeno. La presencia de oxígeno es necesaria en la reacción química de obtención de energía de las grasas, pero no en la del glucógeno.

En reposo, el sistema muscular obtiene la mayor parte de la energía que necesita a partir de la grasa. Por eso, una musculatura de tamaño y tono adecuados es el mejor aliado para deshacerse de la grasa sobrante. Y lo mejor de todo es que este fenómeno no se limita al tiempo de entrenamiento, sino que, al estar en forma, vas a quemar grasa durante las 24 horas del día.