La ropa juega un papel bastante importante dentro del ejercicio físico y el entrenamiento deportivo. Científicamente se ha demostrado que a través de la tecnología se pueden crear trajes que mejoran el rendimiento de los deportistas y socialmente se ha comprobado que la gente siempre juzga a los demás por lo que llevan puesto, especialmente en el gimnasio.

A raíz de ello, en esta oportunidad quiero hablarte sobre la vestimenta ideal o más adecuada para hacer ejercicio o ir al gym. Lo primero que debes tener en cuenta es que el secreto está en la comodidad y no en la elegancia. Si bien es cierto que los gimnasios son lugares públicos a los que va mucha gente y por eso es muy importante tener una buena pinta, también está claro que por encima de eso estamos hablando de un lugar creado para entrenar y en el que estás constantemente en movimiento. En ese orden de ideas, hablemos ahora si específicamente de cada elemento que compone tu vestuario.

👕 Camiseta

Hay dos días de la semana en los que no importa mucho el tipo de camiseta que lleves: el día de pierna y el día de abdomen. Teniendo en cuenta que las extremidades del tren superior no trabajarán directamente estos días, puedes usar lycra, camiseta con manga e incluso hasta camisa formal. Pero, los días que vayas a entrenar pecho, espalda, bíceps, tríceps… procura que tu ropa no sea muy ajustada y que además incluya un buso esqueleto (manga sisa) para tener un mayor rango de movilidad.

👗 Pantalón

Contrario a la camiseta, el tipo de pantalón que lleves al gimnasio cobra mucha importancia principalmente en los días de pierna y abdomen. Aquí el buso pasa a un segundo plano, pues en realidad lo importante es que podamos flexionar, girar, acostarnos y realizar otros movimientos con mucha comodidad. Así que en estos días evita llevar sudaderas largas e inclínate por las pantalonetas cortas o una lycra bien ajustada al cuerpo. En los días que vayas a trabajar los músculos superiores puedes llevar cualquier pantalón.

👟 Zapatos

Una buena ropa siempre incluye unos buenos zapatos y en el gimnasio aún más. Lo ideal es que uses unos con suelta alta y no aquellos que son planos en la parte de abajo. Unos flexibles que se doblen al ritmo de tus pies y no unos rígidos que te hagan doler el talón. Usa unos livianos que te hagan sentir que andas descalzo y no unos pesados que te arrastren por todo lado. Eso sí, recuerda siempre que lo más importante es como te sientes y no como te ve la gente (comodidad).