La famosa frase griega «Mente Sana, Cuerpo Sano» sigue aumentado su valor en la sociedad actual. Cada vez son más los estudios científicos que demuestran que para vernos bien tenemos que estar internamente bien. Dicho de otra manera, que el matrimonio entre la inteligencia y el ejercicio es una de las relaciones más beneficiosas que pueden existir para cualquier ser humano.

Así lo ha ratificado en los últimos días José Antonio Arias Navalón, decano de Medicina de la Universidad Alfonso X El Sabio, quien explica que el ejercicio en primer lugar, es bueno para el cuerpo en general, por lo que el correcto funcionamiento de unos órganos repercute favorablemente en el de otros, incluyendo el cerebro. Muchas personas pueden poner en duda esta teoría, pues conocen deportistas que tal vez no sean tan brillantes intelectualmente. Sin embargo, un estudio realizado por los médicos Arias Navalón y Mathieu Gayda relata que practicar deporte tiene múltiples beneficios.

✔ Mejora la circulación cerebral.

✔ Reduce el daño oxidativo del cuerpo y órganos.

✔ Aumenta la creación de algunas moléculas relacionadas con el crecimiento del tejido nervioso.

✔ Podría modificar la expresión genética y secundariamente la plasticidad cerebral.

✔ Incrementa la producción de las células del sistema nervioso central y garantiza la supervivencia de las neuronas.

✔ Aumenta el volumen en algunas partes del cerebro como el hipocampo y se enriquece con factores del ambiente.

Según los expertos, lo mejor para estimular el hipocampo y la generación de nuevas células cerebrales (encargadas de la inteligencia) es realizar una actividad física que genere mucho movimiento, pues así mejora la memoria la imaginación y la creatividad. Incluso, un estudio publicado por «Bussines Insider» en distintos rangos de edad, toda persona que practique deporte podrá mejorar la memoria así:

✔ En los niños han encontrado que el ejercicio aeróbico regular puede ampliar su memoria y la capacidad de trabajo que nos permite manipular mentalmente hechos e ideas para resolver problemas, mejorar su atención selectiva, así como mejorar el rendimiento académico.

✔ En jóvenes se ha evidenciado que quienes realizan actividad física de forma regular responden con mayor exactitud a las tareas diarias además de que son más eficaces en la detección de errores cuando se les indican determinadas tareas.

✔ En adultos mayores se ha encontrado que el ejercicio regular puede aumentar la capacidad de prestar atención focalizada, lo cual es una de las habilidades que se va deteriorando con la edad.

Finalmente, los expertos precisan y aclaran que los atletas o personas que se mantienen en forma tienen una mejor función cognitiva global que las personas sedentarias, lo cual no significa que tengan más inteligencia a la hora de resolver los problemas cotidianos de la vida.