Procura no estar pensando todo el día en que tienes que ir al gimnasio y en la pereza que te dará el momento de la verdad. Cuidarse puede ser un motivo de estrés si estás pendiente de ello las 24 horas del día. Si desde esa primera horas estás pensando que tienes que ir a entrenar y en el esfuerzo que tienes que hacer, es normal que llegues al final del día ya cansado y que tomes una mala decisión.

Si durante la jornada tienes pensamiento de desánimo acerca de tu entrenamiento, y te ves obligado a autoconvencerte para cumplir con él, cuando llegue el momento habrás tenido que luchar tantas veces contra tu pereza que tus argumentos se habrán disipado. En realidad, el único momento en que debes luchar es el último, aquel en el que te diriges ya al gimnasio. Si no has estado pensando en el entramiento durante todo el día, tus argumentos a favor del ejercicio vendrán todos juntos y estarás frescos, de modo que no podrás decir que no. Y lo mismo pasa con la comida sana: si todo el día te martirizas pensando que tendrás que comer una triste ensalada, pensar en comértela será una tortura de verdad.

👊 Nunca Abandones

Piensa que la batalla que estás librando no es contra tu cuerpo, sino contra tu mente. Y que no estarás vencido mientras no creas que lo estás. Da igual si has fallado un día, una semana o un mes. Mientras tengas claro cuál es tu objetivo, tendrás que media batalla ganada. Sólo tienes que seguir caminando para lograr la otra media.

Es también muy importante que sepas abstraerte del pasado y que hagas una análisis distanciado de tus circunstancias en el presente, para así concentrarte en tu naturaleza. Tienes que transformar la costumbre en el fracaso en alimento para el triunfo en el futuro. De verdad debes aprender de cada fracaso, conocer los motivos que te llevaron a él y extraer la lección pertinente.

Si caes en el derrotismo perderás la ilusión y no hay malestar tan incómodo como el de vivir sin ilusiones. Y el deseo de estar en forma es una ilusión muy importante porque se irradia al resto de las parcelas de la vida. Por eso, pisa sobre tus fracasos anteriores para hacer de ésta tu victoria definitiva. Ya has tomado la determinación de convertirte en una persona diferente, ya eres alguien diferente. No reniegues de ello y nunca abandones.