Arnold Schwarzenegger habla poco, pero cuando lo hace es noticia en todo el mundo. El siete veces campeón del Míster Olimpia concedió una entrevista a la revista Men’s Health que ha sido tendencia en las redes sociales. No es para menos. En ella, el austroestadounidense reveló cuál era su verdadera motivación para entrenar.

«Voy a ser sincero. A veces, cuando empecé a levantar pesas, el objetivo de ser Mr. Austria o Mr. Europa no me bastaba. Aquellas eran motivaciones para estar bien maduro para el concurso. ¿Y el resto del año? Quería aparecer en el lago de Thal y que las chicas me dijeran: Mira qué músculos», confesó.

«También quería demostrarle al profesor que me dijo que era un neandertal que fracasaría en la vida que estaba equivocado. Cada vez que subía al tranvía para ir al estadio de Graz, le veía diciéndome que nunca llegaría a nada. Veía a las chicas que aparecían en el lago al verano siguiente y se quedaban pasmadas ante mis bíceps», agregó Arnold.

Para dar más peso a su explicación, Schwarzenegger comparó su caso con el de Michael Jordan, que también convirtió las críticas que recibía en motivación para ser el mejor.

«El rencor puede ser un gran motivador. De hecho, no es nada raro utilizar los comentarios negativos que has recibido en el pasado como combustible. Los objetivos absurdos han impulsado a la gente desde el principio de los tiempos. Michael Jordan se convirtió en el mejor jugador de baloncesto de todos los tiempos porque quería demostrar que el entrenador que le cortó en el instituto que estaba equivocado».

Finalmente, el actor, empresario, político y exfisicoculturista profesional habló sobre la motivación, un aspecto importante a la hora de entrenar.

«No es la primera vez que se califica de insignificante este tipo de cosas. No son nimiedades, son leña. Nunca se enciende un fuego empezando por el tronco más grande. Se empieza con cosas pequeñas, insignificantes, en realidad.

Normalmente se necesita papel de periódico y pequeños palos para encender un fuego. Eso se convierte en el combustible que lo hace crecer. Quiero darte permiso para tener una motivación, una razón, que nunca le dirías a nadie más que a ti mismo. Mientras te alimente, eso es lo único que importa. Acéptalo», concluyó Schwarzenegger.