El test ergonómico es un método destinado a cuantificar la economía funcional del organismo en escolares al realizar carreras sobre distancias en que predomina el metabolismo aerobio.

Se basa en registrar peso corporal en Kilogramos (p), distancia recorrida en metros (d), el tiempo en segundos consumidos en correr ésta distancia (t) y la frecuencia de pulsaciones en los primeros 10 segundos de recuperación inmediatamente al finalizar la misma (f).

Los datos se sustituyen en la siguiente fórmula:

[(P x D x 10) / (T x P)] – [F x 100 / 17]

El primer miembro de la ecuación determina la productividad de trabajo físico y la segunda parte valora el costo fisiológico del ejercicio.

Si la diferencia resulta un valor menor que cero la economía funcional es deficiente (mayor costo fisiológico que productividad de trabajo). Ocurre lo contrario cuando la diferencia resulta superior a cero (la productividad de trabajo supera el costo del ejercicio). Si se obtiene un valor de cero existe correspondencia entre éstos dos aspectos, lo cual, es valioso para evitar la sobrecarga física durante entrenamientos.

Test de Ruffier

En niños y adolescentes se aplica en combinación con el Test de Ruffier clásico, ya que la metodología es la misma en cuanto a la carga y registro de pulsaciones en reposo y en recuperación, sustituyéndose éstos últimos datos en el índice siguiente:

[(P1 – 70) + (P2 – Pr)] / 10

en el cual:

P1 es el pulso del primer minuto de recuperación,
P2 es el pulso del segundo minuto de recuperación,
Pr es el pulso del reposo.

Todos los valores de frecuencia cardiaca en pulsaciones por minuto.

Si resulta un valor comprendido entre 0 y 2 se considera al evaluado excelente, entre 3 y 4 bien, entre 5 y 6 regular, entre 7 y 8 pobre y por encima de 8 mal.