La dirección del proceso de entrenamiento deportivo parte de necesarias y lógicas premisas antes de la planificación, en cualquiera de las disciplinas deportivas que en la actualidad practica el hombre. En la planificación se prevén los elementos más variados del proceso, atendiendo a los objetivos propuestos y a las diversas atapas a seguir durante el entrenamiento deportivo.

Consideramos para la planificación del trabajo deportivo tener presente un grupo de premisas en las que se señalan: análisis de las tendencias mundiales; análisis de la población y selección de los talentos; definición de objetivos y proyección del plan de entrenamiento; selección de métodos y medios necesarios y evaluación sistemática del proceso de entrenamiento.

Sin el adecuado análisis de éstas premisas es imposible una planificación objetiva del trabajo a realizar. Es necesario como premisa de la planificación del trabajo con sobrecargas, analizar las tendencias mundiales en cuanto a las características morfológicas idóneas para el logro de los más altos resultados deportivos.

Varios deportes donde se compite por categorías de peso corporal han establecido relaciones óptimas de peso-talla, donde el trabajo con sobrecargas puede mejorar o afectar, por su influencia en el músculo esquelético.

La selección de los talentos que estará en dependencia con las necesidades para cada caso propiciará la proyección del macrociclo de entrenamiento (su planificación y organización, selección de métodos y medios, así como la realización y control de todo el proceso).

Como sabemos que el proceso de dirección del entrenamiento deportivo en cualquier especialidad se subdivide en tres períodos diferentes según las tareas, carácter y cargas de trabajo a aplicar. Estos períodos son: preparatorio, competitivo y de tránsito.

Características de la Planificación del Entrenamiento

En dependencia de la especialidad y calificación de los deportistas, estos períodos pueden abarcar un tiempo mayor o menor. Cada período, en dependencia de su tendencia, plantea determinadas exigencias en la preparación de fuerzas. En un ciclo de preparación anual (macrociclo) atendiendo fundamentalmente a la categoría deportiva de los atletas, éste puede presentar uno o varios macrociclos.

En ambos casos, cuando se planifica el trabajo con sobrecargas para el desarrollo de la fuerza muscular en los períodos preparatorios, debe mantenerse el trabajo en los períodos competitivos e incluso en los transitorios.

Para la preparación de fuerza en los atletas de distintos deportes son características tres tareas metodológicas diferentes por su principio: desarrollo de la fuerza muscular, mantención y conservación de determinado nivel de desarrollo de la misma y la recuperación.

Diferentes estudios han demostrado que en los mesociclos preparatorios la tarea estará dirigida al alcance de los índices de fuerza necesarios para las exigencias de cada deporte (el incremento de la fuerza general).

Al inicio del período preparatorio (primer mesociclo) es necesario, en los deportistas de alta calificación restablecer el nivel de fuerza alcanzado en el macrociclo anterior; en los jóvenes, sobre todo, en aquellos que inician el uso de las sobrecargas para la educación de su fuerza muscular, debemos dedicar el primer mesociclo a la adaptación del trabajo con sobrecargas.

Como se observa, el primer mesociclo del macro presenta características particulares al resto de los mesociclos. Durante los períodos competitivos la tarea fundamental estará dirigida a mantener los mayores índices de desarrollo de fuerza general alcanzados en los períodos preparatorios e incrementar la fuerza especial en correspondencia con las exigencias competitivas de cada deporte.